lunes, 9 de enero de 2012

Incertidumbre...

Me encontraba sola, perdida, las almas de todos volaban sobre mis hombros, empezaban a arder en fuego azul, su destello era increíble...
Me levanté lentamente, no quería provocar el menor ruido, tenía que salir de ahí, claro, si quería seguir viviendo, "¿Para qué vivir?", decía la vocecita de mi cabeza, me quité la idea, no debía pensar en eso, no por ahora, ya encontraría un respuesta más adelante. Cuando por fin salí de aquel horrible lugar me sacudí la ropa, un refugio, eso era lo que tenía que encontrar, pero ¿dónde? todo estaba vigilado, los Drunders lo habían invadido todo, desde aquel terrible día, todo había cambiado, no quedaba nada ni nadie.
Caminé sin rumbo unos días, ya casi terminaba mis provisiones, unos paquetes de galletas, unas cuantas botellas de agua y sólo un par de cigarrillos... Realmente no iba a durar mucho, mi vida terminaría en cuestión de días, pero, no me importo, escuché un ruido a lo lejos, era leve, pero había acostumbrado a mi oído a oír hasta lo más insignificante, bueno con unos monstruos rondando por ahí, ¿Qué más podía hacer? continué caminando, no había donde esconderse, maldición después de todos estos meses, de ser capturada y haber escapado con éxito, se había ido al caño, corría, ahora lo sentía, paso tras paso, estaba atrás de mi, levanté mis brazos... "Vale ya, me rindo, hagan lo que quieran, igual, ya no tengo nada" esperé a que me inyectarán o algo, pero nada ocurría "¿Eres... humana?" no sabía que los Drunders pudieran hablar, eso no era posible, era mi mente, me estaba jugando una pasada, me movió con un palo "Vamos, contesta, ¿eres humana?" si le decía que no, tal vez me dejaría libre, pero si me mataba, no sabía que hacer, el silencio reinó por unos instantes... "Sí, lo soy ¿Qué demonios eres tú?" yo sabía que los humanos estaban extintos, ya no quedaba nadie, claro, aparte de mi, la niña inútil, la delgada, la débil, la incompetente, en fin, la que todos creían que nunca haría nada de la vida, y aquí estaba, siendo la sobreviviente; "Yo... pues.. umm... humano, también" ...  "¡¿QUÉÉÉ?!" no, el no podía ser humano, volteé para verlo y ahí estaba, alto, guapo, con un par de piernas y uno de manos, con cabello oscuro y ojos también, era humano, no podía creerlo "Pe... pero ¿Cómo es posible? se supone que yo era la única, la última, no, esto debe ser un truco" mi cabeza daba vueltas, no sabía que decir, que pensar, como actuar, probablemente si estaba él, entonces habría más "¿Hay más?" "¿Qué?" "Humanos, más sobrevivientes" él suspiró, "No, creo que somos los únicos" genial, lo bueno es que ahora no era la única, ya tenía alguien con quien estar, alguien con quien... "Bueno, me tengo que ir, un gusto conocerte" ¿irse? no se supone que deberíamos estar juntos para el resto de nuestras vidas, eso decían los libros, las películas, todo... "Mmm... Está bien, igual, un gusto conocerte, si me necesitas, estaré en alguna parte del país" ahora todo se derrumbaba, volvería a estar sola, mejor me entregaría, estaría luchando en vano, escondiéndome todos los días, de todos modos, mis provisiones se agotaban "No, sólo bromeo, quisiera quedarme contigo, claro, si quieres" ¿si quería? Claro que quería, estaba cansada de la soledad "¡Sí!, digo, sí, estaría bien" sentí como me sonrojaba, ambos bajamos la mirada "Bueno, si queremos vivir hay que buscar un refugio" ¡demonios! el refugio, ¿dónde se supone que lo encontraríamos? todo estaba infectado por esas cosas que te quemaban el alma y la utilizaban como energía, se las comían, era horrible, "Pero ¿Dónde? los Drunders están por todos lados" vigilaban, sabían que aún quedaban almas, no sólo humanas, también los animales, las plantas, todos ellos tenían alma, y todas ellas eran absorbidas, quemadas... Ahora, ahora sólo debíamos encontrar un lugar seguro, después, todo sería más fácil... o al menos eso era lo que pensaba...

No hay comentarios:

Publicar un comentario