domingo, 29 de mayo de 2011

La princesa y el gigante

Había una vez, hace mucho tiempo una princesa enamorada de un gigante... ella caminaba por los jardines de su palacio pensando como tener su corazón.
Un día la princesa decidió subir hacia el cielo donde su gigante la esperaba, al llegar ahí se sentó sobre una flor y empezó a cantar, cantó toda la noche, las estrellas brillaban alto en la oscuridad del cielo, su canto llenaba el ambiente de armonía y alegría, después de largas horas el gigante la escuchó... 
El salio de su casa buscando la fuente de aquel bello canto, camino a lo largo de la pradera, pero por mas que buscaba no lo encontró, se sentó a llorar sobre una piedra a un lado del río y de repente observo como un liquido rojo recorría el pasto y llegaba hasta el agua,  se hincó para poder ver de donde provenía, y entonces la vio, ahí estaba ella, la pequeña princesa que emitía ese dulce sonido, el la había matado, la había pisado, las lagrimas cayeron de los ojos del gigante, la sostuvo entre sus manos, ella era tan delicada y frágil, el solo quería escuchar su canto, las dulces notas que salían de su voz, y ahora... ahora ya jamás lo haría. 
Desde entonces se dice que se puede ver la sombra de un gigante reflejado en la luna esperando encontrar a su princesa y poder escucharla una vez mas... 

sábado, 28 de mayo de 2011

Mi vida por la de ella

"Algún día tendrás tus manos llenas de mi sangre" fue lo último que ella le dijo.
Cuanta razón había tenido, el se encontraba ahí, y ese liquido rojo estaba por todo su cuerpo, la sangre escurría entre sus dedos, una brisa recorrió su cuerpo, el cielo se teñía de rojo, la luna miraba ese cuadro como si jamás hubiera visto algo igual.
El la sostenía entre sus brazos, sus lagrimas caían sobre el rostro de su amada, la apretó junto a su pecho, no la quería soltar, simplemente no podía, pero era demasiado tarde, ella estaba muerta, ya no existía nada que se pudiera hacer...
"¡Te doy mi vida, pero tráela de vuelta!" dijo sin pensar, el viento se arremolino a su alrededor, la luz desapareció, todo estaba oscuro, le costaba respirar, no se podía mover, no sentía su cuerpo, vio una sombra enfrente de el, quiera gritar, pero la voz no salia, era como si no tuviera cuerpo, como si no tuviera nada... cerro los ojos, y dejo de intentar. Cuando despertó, sintió como una luz lo deslumbraba, todo era tan blanco, lleno de luz, ¿dónde se encontraba?; camino sin rumbo alguno, pero no reconocía nada, y entonces lo recordó... la busco desesperado, tenia que encontrarla, ¿donde estaba su amada? la necesitaba, no podía estar sin ella, no sin su respirar, sin los latidos de su corazón, sin su dulce mirar, sin su calor, sin su aroma, no podía, pero ahí no había nada, solo ese color blanco que llenaba su mirar, corrió y corrió, no se detendría hasta tenerla entre sus brazos, pero algo lo detuvo, una reflejo llego a su rostro, se encontró con una ventana, era su única salida, avanzo despacio hasta ella, se acerco lleno de miedo, y se asomo, y afuera estaba ella, con sus sonrisa angelical, con su cabello perfecto, con su bello caminar, con su completa perfección...
Empezó a golpear el cristal, a gritar con desesperación, pero ella no voltea, parecía no oírlo; el volteo a todas las direcciones, pero no había salida, no había ninguna puerta... empezó a golpear mas fuerte el cristal, tenia que romperlo y recuperarla, entonces alguien lo detuvo, sintió como una mano se colocaba sobre su hombro "Te doy mi vida, pero tráela de vuelta, tu me lo pediste, ahora tu eres el que esta muerto, pero ella vive", sus ojos se llenaron de lágrimas, sus rodillas empezaron a temblar, y el cayó al suelo, pero después de cierto tiempo, supo que eso era lo que el quería, no importaba que el hubiera muerto, si ella aun vivía entonces el seria feliz, eso era lo que mas le importaba...

viernes, 27 de mayo de 2011

La dulce doncella...

La observó desde lo lejos, ella era tan hermosa, podía ver como sus delicadas facciones se fusionaban con ese cuadro tan perfecto, la luz de la luna resplandecía en su mirada, pero la chica no era feliz, en su corazón solo había tristeza, soledad, vacio... 
El se acerco hacia ella, le acaricio la mejilla, le beso la mano, jamás había visto tanta belleza, le dolía lo que el tenia que hacer, pero ella no tenia propósito en la vida, ella no era feliz... Aquella dulce doncella era solo una flor que había caído de un cerezo, el la miro una vez mas; la chica se estremeció, el color llego a sus mejillas, la electricidad recorrió su cuerpo, quiso abrazarlo, pero no pudo, sin saber mas todo se torno oscuro, no había nada a su alrededor, lo busco desesperada, el era su única esperanza, todo por lo que había luchado en la vida, por lo que había esperado... 
El caballero la llevó entre sus brazos hacia la colina mas alta, donde la luz de la luna era mas bella que nunca, donde el viento jugaba con el pasto, y el aroma era mas dulce, la dejo ahí, entre la hierba, abandonada entre las flores, la admiro una vez mas, le acarició su rostro, acomodó sus cabellos dorados como el sol y suaves como la seda, se acerco a sus labios y depositó un delicado beso entre ellos, las lágrimas recorrían su rostro, su corazón de deshacía, "¿por qué?" se preguntaba, pero ese era su destino... 
La luna fue testigo de como murió apuñalada, de como la sangre fluía de su cuerpo, de como la vida se terminaba... y una última lagrima rodó por su mejilla, el viento calló, la luna dejo de brillar
- "Ella te amaba, fue feliz al verte, le quitaste la vida sin razón, ahora el que morirá seras tu"
El corrió a toda prisa, el viento le golpeaba la cara, se adentró en el bosque, todo era silencio, todo era vacio...
Al llegar a un claro pudo dibujar una silueta, aquella era su amada, su dulce doncella, su bella muchacha, se acercó sin pensarlo, quería correr y tenerla entre sus brazos... Ella le sonrío, y entonces un liquido  tiñó su vestido de un precioso rojo escarlata, era la sangre de su amado, de aquel que la había matado...