miércoles, 29 de abril de 2015

El cuento de un demonio...

Y aquí estoy, sola, invisible, pequeña, indefensa, insignificante ante el universo que se extiende ante mis ojos, contemplo todo lo que me rodea y me doy cuenta que no soy nada, podría desaparecer en este preciso instante y todo seguiría igual, nadie notaria mi ausencia.

Me quedo inmóvil mientras todo gira a mi alrededor, ¿por qué estoy aquí? es una de las preguntas que no tienen respuesta pero que aún así se imponen en mi cabeza, dando vueltas, atormentándome en las noches buscando una solución que no existe, y que aún así trato de darle un significado a mi vida, me gusta pensar que estar aquí puede marcar la diferencia de una u otra manera, quizá no me de cuenta de ello, quizá sea algo tan pequeño que a penas se pueda percibir.

Siempre he sido alguien fatalista, alguien que siempre espera lo peor, es más fácil, menos doloroso, si ya sabes lo que te espera puedes mentalizarte a ello y el resultado no será tan trágico, me gusta decir que soy realista, siempre he visto a esta como algo cruel e inevitable, jamás me considere idealista, pero bien, todos llevamos algo de ello dentro de nosotros, solo quizá a veces no lo vemos, soñadora, bueno, he de admitir que todos somos soñadores, incluso las pesadillas son sueños y esas son mis especialidad, sí, lo admito, yo soy un demonio que salió del 7mo infierno, pero aun los demonios tenemos una clase de sentimientos, en su gran mayoría tristeza y soledad, esperaba encontrar algo aquí, pero he descubierto que no soy muy diferente a un humano, que incluso ellos cometen actos más atroces de los que yo he llegado a pensar, no, eso no significa que sea buena, he hecho tanto mal como me ha sido posible. 

¿Cómo llegué aquí? No estoy segura de ello, creo que perdí la memoria en alguna parte del trayecto, por ahora seguiré condenada a vagar por los confines terrestres hasta encontrar el significado de algo que no sé lo que es.