miércoles, 30 de septiembre de 2015

Monstruos debajo de la cama...

Puedo verla durmiendo junto a mi, se ve tan tranquila, tan llena de paz, no puedo evitar recorrer su silueta con mis dedos, quiero grabarme su tacto, su aroma, su imagen, siento un deseo inimaginable de protegerla, de no dejar que nada ni nadie la dañe, ni siquiera yo mismo; aún está oscuro, algunos hilos de luna se filtran por la ventana, le besó los labios y me vuelvo a acostar junto a ella, creo que siente mi presencia pues me rodea con un brazo, veo como una sonrisa se escapa de sus labios.

El tiempo avanza lentamente, cierro mis ojos, puedo sentir el calor de su cuerpo cerca del mío, por primera vez en mucho tiempo solo siento dicha dentro de mi, aquel pequeño ser que hace junto a mí ha sido mi redención, de pronto su respiración se comienza a agitar, se comienza a mover como si algo la estuviese atacando, trata de defenderse, algunas lágrimas brotan de sus ojos , pero aún duerme, trato de consolarla, de decirle que todo está bien, que yo estoy junto a ella, que no dejaré que nada la toque, sin embargo ella no me escucha, se puede oír como dice no una cantidad infinita de veces, de cómo el pánico hace que sus movimientos sean bruscos,  le colocó una mano encima de su brazo, intento inmovilizarla, pero no lo logró y entonces algo comienza a jalarla, algo intenta arrebatármela, ella comienza a sollozar cada vez más fuerte, quiero despertarla, no me escucha, su sueño es profundo, veo dos ojos rojos al final de la cama, su mirada penetra en mi alma, es horrible, hiela mi sangre al ver que jala los pequeños pies de mi doncella, intenta alejarla de mi, la ira va creciendo en mi interior, no puedo dejar que aquello suceda, no pueden quitarme todo lo que valoró en esta vida, no está vez, no lo permitiré, no a ella; la abrazo fuertemente del torso, algunas lágrimas salen de mis ojos, ella no despierta, grita ahogadamente mientras le susurró al oído que todo estará bien, que solo está teniendo una pesadilla, que la adoro más que a todo lo existente en el universo m, el demonio no cede, es muy fuerte, pierdo terreno y él va ganando, si va a llevarla, al menos que nos lleve a ambos...


Alguien me regala un beso en la frente, abro los ojos, la puedo ver, sonríe "tenías una pesadilla, cariño" susurra en mi oído, solo puedo pensar en abrazarla, en ya no soltarla más, me rodea con sus brazos y juro que no existe mejor lugar en la tierra, la oigo reír, me pide que le cuente que soñaba, pero decido qué es mejor besarla, me sujeta mi cabello, sin darme cuenta también estoy sonriendo, ella es mi mejor sonrisa y no importa cuantos demonios existan debajo de la cama, jamás soltare su mano.