lunes, 21 de mayo de 2012

El silencio de un corazón...

Sus almas estaban destinadas a estar juntas, nada jamás podría separarlas, ni aún el más grande odio. Su amor era tan puro, tan verdadero, no, el paraíso no se comparaba con aquella alegría de dos enamorados. 

El cielo contemplaba la dicha eterna de esa pareja, los ángeles envidiaban tanta felicidad; no podían creerlo posible, ¿dónde estaba el rencor, el orgullo, la vanidad, la desconfianza, los celos?. Pero ellos eran uno solo, un corazón en dos cuerpos distintos, uno mismo, para siempre, sin el otro morirían sin más, sus manos entrelazadas era lo único que necesitaban, besar sus labios, contemplar sus cuerpos, entregarse a la pasión desenfrenadamente, sin cordura. El amor es cuestión de locura, de deseo. 

Rozar la piel del otro y poder llegar al placer más infinito, gozar la dulce agonía de no verse. Sí, era amor, sus almas estaban unidas, conformaban sólo una. Y aún cuando el sol siga siendo esclavo de la luz, y la luna esclava de la noche ese amor no se consumaría, sería la eterna llama, por siempre prendida.

Dulce silencio que condena a las palabras, llévalos hasta el fin del universo, donde nunca más estarán separados y sus cuerpos uno solo formaran. 

Eterno amor que produce veneno, no los dejes ya más, que sin el otro no pueden vivir, llénalos de gozo y de dulces alegrías, colmalos de sonrisas, y jamás les abandones. 

Sangre de su sangre, que su corazón lata por sí mismo, que no deje huella de algo enfermizo, esto no fue obsesión, esto se llama amor. Llénalos de esperanza, de caricias inesperadas, que sus cuerpos se agoten de besos, que no conozcan nada más allá de sus estos. 

Sí, los ángeles celosos no pueden evitarlos, empiezan a burlarse, pero ellos siguen amándose, cierran los ojos, no escuchan una palabra, sus ojos se fijan en los del otro, no conocen nada más, una tenue luz intenta pasar a través de ellos, pero desdichada fracasa, nada puede separarlos, están perdidamente enamorados, pero no, esto va más allá, es la necesidad del otro que los hace levantarse, que no se dejan vencer, su extrema adoración, su inmenso amor, eso, eso es lo que lo ángeles desean, y que sin embargo jamás podrán tener, porque ellos, ellos eran la misma persona separada en dos.



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