martes, 24 de abril de 2012

Un viernes de Agosto...

Lo volví a repetir "Te amo" besó mis labios y comenzó a correr hacia el parque.

Recuerdo tan bien ese momento, sus cabellos ondeando con el viento, el mecer de su vestido, los destellos del mismo, su delicada piel color crema; se veía perfecta, ese era el plan. Aquella era nuestra noche, después de todo, era la graduación. 

Escuché unos gritos, era ella, corrí hacia su carro, corría tan rápido como mis pies me lo permitían, pero no la alcancé, cuando llegué ella estaba en un charco de sangre, todo su vestido manchado, me acerqué lentamente, no podía ser real, no quería que lo fuera, la sostuve entre mis brazos, la apreté con fuerza contra mi pecho, no quería soltarla, sus brazos caían en sus costados, su cabeza caía hacia atrás, la sangre brotaba de su garganta, incluso aquel collar de perlas estaba teñido de escarlata. Todos salieron, quizá porque comencé a gritar, la verdad no lo recuerdo, escuché que unas chicas gritaban al ver el cadáver que sostenía entre brazos, pero no importó, nada me importaba, ya no, sin ella todo carecía de sentido...



Pude ver el brillo en sus ojos apagarse poco a poco, casi era como si su alma se desprendiera del cuerpo, la adrenalina corría por mis venas, ahora lo entendía, entendía porque la mato, el placer que provoca no se podía comparar con nada en el mundo, deje el cuerpo tirado, me adentré hacia la noche, la luna me miraba de soslayo, nada podía detenerme. 

Tomar un vida pura, una víctima inocente, eso, eso era vivir.

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