miércoles, 18 de abril de 2012

Blanco&Negro

Mirar la silueta de las nubes, acostado, en el pasto fresco, todo está tan tranquilo, todo está lleno de paz, el sol acompaña este día y el viento roza mi piel, sin embargo es lástima que no pueda ver tanta maravilla, yo estoy ciego.

Pero siempre he podido ver, quizá no como los demás, pero sí a mi manera. Puedo sentir la brisa del aire como nadie más, y puedo sentir cuando las lágrimas han sido derramadas, el viento lo susurra a mi oído. El calor del sol penetra mi piel, cada rayo me ilumina, cada rayo una sonrisa. 

Sí, así es mi vida, así es como yo veo.

Oigo el sonido de la lluvia, de las personas corriendo desesperadas por no mojarse, pero siempre me he preguntado ¿Por qué lo hacen? Yo disfruto de la lluvia, las gotas sobre mi rostro, recordándome que aún estoy vivo.

Quizá he perdido la cabeza. 

Imagino los colores, las flores, el verdor de los árboles, no puedo evitar sonreír al caminar. 
Un día una paloma blanca llega a mi balcón, la vista me quiere devolver, el miedo llega a mi, pero por fin podré ver toda esa belleza del mundo que me rodea. Mis manos está sobre mis ojos, los voy abriendo lentamente, y por fin quito mis manos, espero que los colores me deslumbren, que el fulgor del sol me cobije, pero la realidad es otra. 


El gris dominaba el paisaje, los autos andaban y echaban humo, no había flores, y los árboles, su verde estaba sin vida, las nubes cubrían al sol, pronto llovería, ¿dónde estaban las sonrisas?. El viento helaba mi piel, como si un látigo me azotará, comenzó a llover, pero esta lluvia era distinta, quemaba a cada gota, todos corrían, la gente se empujaba, los autos mojaban a aquellos que corrían, todo era un caos. 

- Paloma, paloma, quítame la vista, si esta es la realidad, no deseo verla más, imaginaba un paraíso y esto es el infierno, ahora entiendo a aquellos que corren - Tape mi vista con mis manos, las lágrimas resbalaban por mi rostro, ya no quería ver más, no si el mundo era así.

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