jueves, 5 de abril de 2012

Seguir soñando...

Saben, mis queridos lectores...
A veces siento que mis escritos sólo se quedarán en el anonimato, que nadie jamás los leerá con el mismo deseo con en el que escribo, pero claro, quizá me equivoqué...
Pero saben, igual seguiré escribiendo, sin importar si soy leída o no, porque un escritor es lo que es, un verdadero escritor lo es porque así lo quiere, no porque espera alabanzas, y eso es lo que quiero pensar que soy, una verdadera escritora con el sencillo deseo de dar a conocer lo que pienso, lo que siento, lo que a veces las palabras habladas no se llegan a entender, lo que a veces sólo escrito puedo expresar. Lo siento, sencillamente quería desahogarme, pero no se preocupen, aquí les dejo algo bonito, sin antes expresarles mi más profundo agradecimiento.



Seguir Soñando


Mira, millones de estrellas adornando esta velada, ellas saben que te quiero, que lo que siento es sincero, puro, verdadero. Tantas historias escritas y ninguna describe el amor que te profeso. Me acerco a tus labios, cierro los ojos, mi corazón se acelera y siento el palpitar en lo oídos, mis manos sudan, más cerca, más cerca cada vez.

Soñaba de nuevo, ella jamás sería mía, estaba tan lejos, tan lejos... Sus labios no me pertenecían, su cuerpo jamás conocería mi tacto, ni mi boca su sabor. Maldito sol, que puede rozar tu piel y abrazarte cuando mi recuerdo llegue a tu mente. Pero jamás hubo nada más allá de letras, todo se quedó en eso, plasmado en papel, jamás te bese, jamás tuve el valor, y ahora, ahora me arrepiento de todo lo que hice. ¡Qué tonto fui! al pensar que al dejarte de hablar me olvidaría de ti, ahora vives en mi más que nunca, tu recuerdo arde como una llama en mi interior, y me maldigo, me maldigo al recordar tus ojos opacados por ese dolor que te causé ¡Idiota! ahora cuanto lo lamento, y no puedo ni pensar en las lágrimas que en mi honor derramaste, las noches que sufriste por mi tormento; pero yo también sufrí, aún lo sigo haciendo, recordando tus palabras que retumban en mis pensamientos, tu dulce sonrisa cuando te veía, el roce de tus manos al pasar a mi lado, tu incesante fulgor, tu alegría, tu risa, porque así fue, tu fuiste el amor de mi vida, pero... te dejé, te ignoré y así te perdí. 


Quizá jamás la vuelva a ver, después de todo ella era perfecta, al menos para mi, con ella sentía volar. Quisiera seguir soñando, pero debo despertar, debo volver a mi realidad, rodeado de deseos que jamás cumpliré.



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