viernes, 24 de enero de 2014

Y entonces los demonios ganaron...

Me encantan esas personas que prometen mundos enteros, que nos llenan de mentiras, que nos hacen sentir que el mundo es nuestro, que para ellos no hay nadie mejor que nosotros; sí, las personas así son mis favoritas, porque por más mentiras que nos digan nos hacen feliz, porque así somos los seres humanos, vivimos siempre rodeados de mentiras, pero no nos molesta, las seguimos diciendo hasta el punto en que creemos que son de verdad y entonces estas se transforman, las volvemos nuestras,  las volvemos reales.

Y yo, ha decir verdad, soy una experta en mentiras, he creado y derrumbado tantos mundos que ya perdí la cuenta, me encanta llevar a las personas al cielo, hacerlas sentir únicas, invencibles... pero mi parte favorita es arrastrarlas al infierno, hacerlas miserables, que sus ideas fluyan con la sangre, que por un momento sientan lo mismo que yo, que se den cuenta de su horrible realidad, de que nada vale tanto la pena como para cambiar, que se den cuenta de que sí alguien debe morir, morirá, que nadie cuida de otros, que nadie los quiere como dicen hacerlo, que la gente no ve por nadie más que por ellos mismo y que a nadie le importas tanto como para dedicarte su tiempo, sí, esa es mi parte favorita, eso es lo que me llena de vida. Sí, sé que debes estar pensando, sí, quizá sea una mala persona, quizá simplemente debería dejar que todo mundo crea en los cuentos de hadas y en que algún día serán tan felices que los ángeles los envidiarán, pero, ¿no crees que es un poco egoísta? yo sí, por eso quise hacer algo distinto a lo que todos los demás hacían, por eso decidí convertirme en un demonio, en una pesadilla, en el villano del cuento, en alguien a quien todo mundo temiera.

No, no estoy loca, quiero pensar que aún conservo la razón, aún así, sí alguna vez te cruzas conmigo, no me mires a los ojos, ignora mis sonrisa, sí quieres seguir siendo feliz, aún sí es un engaño, sigue caminando, no te detengas, porque de ese momento depende tu vida...


No hay comentarios:

Publicar un comentario