sábado, 24 de agosto de 2013

Secretos al amanecer...

¿Y si nadie tuviera nada que ocultar? ¿Sí la palabra "secretos" no existiera? ... Entonces, ¿cómo sería esté mundo? Aburrido, quizá, sin miedos, sin temores, sin vergüenza, sin rencores, sin matices no sorpresas. Todos mienten, eso es algo que se aprende diariamente. 


Yo tengo muchos secretos que he guardado por años, secretos que nadie sabe, que a veces siento que me van devorando, poco a poco, pero que no tengo la valentía de decir, que quizá a veces incluso llego a pensar que yo misma inventé, cosas que no son reales, que por sólo saberlas yo, pienso que son alucinaciones que van desgastando su realidad para tan sólo convertirse en pesadillas.  Ese es el tipo de cosas que todo mundo guarda en los cajones antes de dormir, que algunos encierran bajo mil candados de los cuales ya no tienen llaves, secretos, una simple palabra que conlleva todo.

Sí, me gusta perderme en la infinidad en de mis pensamientos, en momentos que repito una y otra vez, que trato de analizar cada detalle aún sí parece insignificante, revivo el mismo escenario en mi mente, construyo cada diálogo, y todo para que al final del día obtenga el mismo resultado. La gente miente, todos mentimos, aún a las personas que queremos, aún sí son grandes o pequeñas mentiras. Se dice que durante la inocencia este concepto no existe, pero yo realmente lo dudo, quizá el único momento donde no mentimos sea cuando aún no conocemos las palabras, cuando los únicos sonidos que salen de nuestras bocas son irreconocibles, y entonces, sólo entonces no tengamos nada que ocultar, nada por esconder, nada de que avergonzarnos, quizá y sólo quizá esa sea la única etapa de nuestra vida en la que somos libres. 

Cada anochecer miles de personas se culpan a sí mismas, unas sé lastiman, unas lloran, unas gritan, otras beben, pero no importa cuanto intentemos escapar de esto, es simplemente imposible, porque es parte de nosotros, y es una parte que no podemos dejar atrás. Cuando el sol se oculta es cuando los pensamientos fluyen más rápidamente, cuando cada error que cometemos se remarca en nuestras mentes y yo me pregunto: ¿por qué no sólo recordar las cosas bonitas? Las risas, los momentos de alegría, de cariño, de felicidad, de paz, de tranquilidad, porque creo que de eso se trata olvidar; olvidar no es dejar todo atrás, querer borrar cada memoria, no, olvidar es superar, aprender y recordar los buenos tiempos, eso, es olvidar, porque no se aprende empezando de nuevo, pues de ser así cometeríamos los mismos errores del pasado, se trata de no volver a hacerlos, de que sí alguna vez cometimos un error, este no vuelva a ocurrir jamás. No sé, quizá sólo estoy loca y la noche como a todos me provoca sensaciones y emociones que me gusta pensar no soy la única que las siente.

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