viernes, 19 de julio de 2013

Un invierno en primavera...

- Oye, ¿y si te quedas conmigo, para siempre? 
- Suena algo egoísta, ¿sabes?
- Pues no me importa, si así es, quiero ser la persona más egoísta del mundo - Me sonrió para luego dedicarme una de sus miradas que tanto enamoraban, me gustaba mucho mirarla, era mi pasatiempo favorito.


Esa noche me desperté llorando.







Tantas promesas hechas en vano, tantas palabras enterradas en arena, ¿para qué? al final nada contó. A veces pienso que ella sólo me utilizó, que todas sus promesas fueron tan sólo mentiras bien elaboradas y que yo, un tonto enamorado me creí sin siquiera cuestionarlo. A veces pienso que exagero, ella no cometió ningún delito, tan sólo rompió mi corazón y aquella no era la primera ocasión en que alguien lo hacía, no, por supuesto que no, ¿quien puede decir que ha amado si no le han roto el corazón? pero, ¿por qué la felicidad debe venir después del sufrimiento?.

Debería de dejar de torturarme con preguntas sin sentido, pero a veces es lo único que sirve para no hundirme por completo.

Esta noche juro sentirla aquí, a mi lado, puedo escuchar el latir de su corazón, su respiración, pero creo que sólo estoy soñando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario