miércoles, 15 de octubre de 2014

Razones para no enamorarse de un suicida...

A veces me preguntaba porque justamente tenía que enamorarme de ella... de sus defectos, de sus risas falsas, de sus errores, de sus letras, de sus palabras, de su manera torpe de andar, de sus manías, de su ignorancia, de su falsa inocencia, de sus mentiras, de su pensamiento suicida. 

Hoy ciertamente creo que jamás lo entenderé. No, no sé cómo o cuando es que pasó, sólo recuerdo que un día desperté necesitando sentir su piel, respirar su aroma, oír su voz y saber de ella, aquel fue el día en que inicia esta larga condena, una sentencia de la cual jamás hubo juicio ni una sola advertencia que me dijera que ese día iniciaría la mas grande de mis agonías. El tiempo pasaba  con su manera habitual de correr, los segundos perseguían a los minutos y estos perseguían a las horas, parecía una carrera sin final y a medida que incrementaba su velocidad, los latidos de mi corazón se hacían más veloces, más cercanos, yo solo esperaba el momento de verla, de poder sostener sus manos entre las mías y que sus besos inyectaran ese veneno que ahora tanto anhelaba, si, quizá había perdido la cordura, pero su sonrisa era razón suficiente para que cualquiera lo hiciese, bastaba solo una mirada para caer rendido ante tan magnifico ser.

Pero ella no lo veía así, ella se creía el peor de los demonios. Yo, por mi parte, admito, sin pena alguna, que quizá tenía razón, que aquel angel en realidad solo era un demonio disfrazado, divirtiéndose con la miseria que traía a los humanos que se ahogaban entre sus redes. Su suave perfume era el más peligroso de los anzuelos y el brillo de sus ojos era la mas letal de sus armas, con un roce de piel podía detener mil corazones; pero, aquel ser lo único que quería era una razón para vivir, pues aún no había encontrado ninguna y si bien se divertía, aquello no le parecía digno para seguir continuando, ella buscaba algo mas, algo que la llevara hasta los límites, que la hiciera volar aun estando amarrada a la gravedad.

Así fue como el abismo se enamoró de ella y la sedujo para que un día se entregará por completo y se rindiera ante el vacío que este contenía, así fue como ella decidió que un puente era el camino hacia la idealización de la vida, cerrando los ojos y yendo en contra de la gravedad fue como se encontró con el infinito, concluyendo que la vida, después de todo, solo tenía un propósito y que este era morir.


2 comentarios:

  1. Mis lágrimas brotan pues pones palabras a mis sentimientos.

    "Ella está seducida por el abismo", así la siento. Y envenenado por su aliento.

    Se que saldré dañado, se que no pudo hacer nada por cambiar su lógica destructiva.

    Yo solo veo un ángel amigo, pero me siento en manos de un demonio.

    Pero no huiré la verdad y estaré sin mas hasta el final.

    Un abrazo cálido y fuerte.

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