viernes, 27 de mayo de 2011

La dulce doncella...

La observó desde lo lejos, ella era tan hermosa, podía ver como sus delicadas facciones se fusionaban con ese cuadro tan perfecto, la luz de la luna resplandecía en su mirada, pero la chica no era feliz, en su corazón solo había tristeza, soledad, vacio... 
El se acerco hacia ella, le acaricio la mejilla, le beso la mano, jamás había visto tanta belleza, le dolía lo que el tenia que hacer, pero ella no tenia propósito en la vida, ella no era feliz... Aquella dulce doncella era solo una flor que había caído de un cerezo, el la miro una vez mas; la chica se estremeció, el color llego a sus mejillas, la electricidad recorrió su cuerpo, quiso abrazarlo, pero no pudo, sin saber mas todo se torno oscuro, no había nada a su alrededor, lo busco desesperada, el era su única esperanza, todo por lo que había luchado en la vida, por lo que había esperado... 
El caballero la llevó entre sus brazos hacia la colina mas alta, donde la luz de la luna era mas bella que nunca, donde el viento jugaba con el pasto, y el aroma era mas dulce, la dejo ahí, entre la hierba, abandonada entre las flores, la admiro una vez mas, le acarició su rostro, acomodó sus cabellos dorados como el sol y suaves como la seda, se acerco a sus labios y depositó un delicado beso entre ellos, las lágrimas recorrían su rostro, su corazón de deshacía, "¿por qué?" se preguntaba, pero ese era su destino... 
La luna fue testigo de como murió apuñalada, de como la sangre fluía de su cuerpo, de como la vida se terminaba... y una última lagrima rodó por su mejilla, el viento calló, la luna dejo de brillar
- "Ella te amaba, fue feliz al verte, le quitaste la vida sin razón, ahora el que morirá seras tu"
El corrió a toda prisa, el viento le golpeaba la cara, se adentró en el bosque, todo era silencio, todo era vacio...
Al llegar a un claro pudo dibujar una silueta, aquella era su amada, su dulce doncella, su bella muchacha, se acercó sin pensarlo, quería correr y tenerla entre sus brazos... Ella le sonrío, y entonces un liquido  tiñó su vestido de un precioso rojo escarlata, era la sangre de su amado, de aquel que la había matado...

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